viernes, 22 de enero de 2016

Somatizaciones: lo que el cuerpo quiere decirnos.

Hipócrates afirmaba que las enfermedades son consecuencia de un desequilibrio de los “humores internos”, que puede ser restablecido con buena alimentación y con reposo del cuerpo y del espíritu.

Son muchos los experimentos que, junto con un sinfín de observaciones han llegado a demostrar que todas las enfermedades son el resultado de la interacción entre múltiples factores, que dependen tanto del agente agresor: bacteria, virus, agente carcinógeno, como del organismo agredido: genéticos, endocrinos, nerviosos, inmunológicos, emocionales y comportamentales. Producto de esto surge una ciencia médica denominada Psiconeuroinmunoendocrinología.

La medicina holística o integrativa considera al hombre como un ser en interacción constante con otras fuerzas y otros campos energéticos y no como un ente aislado marginado de su entorno. El cuerpo humano no es la suma de sus partes sino un todo en cada una de las partes.


La ciencia no duda ya de la interacción entre la mente y el cuerpo ni del efecto que los estados emocionales producen en el organismo. No hace falta ser científico para saber que cuando estamos deprimidos nuestro sistema inmunológico está deprimido y cada uno de nuestros órganos deprimen sus funciones. Hoy día se sabe estadísticamente que las personas alegres y optimistas viven más tiempo y enferman menos que las personas pesimistas y deprimidas.

La ira, el odio, la envidia, la depresión, el rencor, el miedo, la pérdida de autoestima, la falta de ilusión en la vida, son potencialmente fuentes de enfermedad para quien las padece porque producen reacciones bioquímicas en nuestro organismo que alteran la homeostasis. Las enfermedades del “alma” se manifiestan en el cuerpo físico. Hoy en día vivimos, especialmente en los países desarrollados, una verdadera epidemia del espíritu.

El Dr. Masaru Emoto nos muestra en su obra “Los mensajes del agua” fotografías de moléculas de agua cristalizada y cómo estas se alteran tras ser sometidas al efecto de distintas músicas, palabras o pensamientos. Si tenemos en cuenta que nuestro cuerpo es agua en un 70% podemos entender los efectos que un pensamiento o una emoción pueden tener sobre todo nuestro organismo.

El cuerpo es el espacio simbólico donde se dramatiza el trabajo de las emociones, allí se hace visible lo invisible. El cuerpo es lenguaje de las emociones, y por tanto, el cuerpo es memoria: guarda en sus repliegues la historia personal de cada uno de nosotros. Aunque la conciencia calle e ignore lo que él cuenta, el cuerpo siempre revela.

La somatización de emociones trata de explicar la equivalencia que existe entre las manifestaciones físicas de una persona y un conflicto emocional. 


En unas ocasiones hablamos de enfermedades físicas y en otras de enfermedades psíquicas; pero siempre debe entenderse como enfermedad la falta de ese perfecto estado de equilibrio físico, mental y emocional. Todos los síntomas tienen un sentido profundo para la vida de la persona.

Una de las más claras evidencias de la interacción mente y cuerpo podemos encontrarla en el denominado efecto placebo.

Esta investigación demuestra empíricamente que el efecto placebo no sólo existe, sino que produce una reacción cerebral similar a lo que produce un tratamiento farmacológico.

¿Cuál sería entonces la labor del estudio de la “somatización de emociones” de cara a la salud? Su función sería llevarnos a la comprensión profunda de lo que nos ocurre.


Para la medicina occidental un determinado campo genético predispone a padecer una enfermedad determinada. Para la sabiduría oriental la enfermedad representa un obstáculo en la realización del camino de la vida. Cuando aprendemos a escuchar a nuestro cuerpo, la enfermedad lejos de ser la causa que justifique nuestra infelicidad será la herramienta que nos permita entablar un diálogo con la parte más profunda de nosotros mismos y quizás el mejor aliado para curar las heridas del “alma”.

Como no nos reconocemos responsables de nuestra salud a menudo culpamos de nuestro malestar a virus, bacterias, microorganismos o a la mala suerte, buscamos causas externas, ajenas a nosotros, y así nos justificamos. Sin embargo la solución sería tomar conciencia de quién soy verdaderamente y ser fieles a nosotros mismos. Eso sería rendir honor a nuestra propia identidad. Es entonces cuando encontraremos la salud perfecta que nos permitirá llevar una vida de plenitud desde la autenticidad de nuestra conciencia. Sin un orden emocional no puede existir un equilibrio estructural.

A modo de ejemplo podríamos hablar de las enfermedades dermatológicas. La piel es la envoltura que nos separa y nos protege del entorno, permite el contacto y a la vez protege y aísla. A través de la piel nos unimos a los demás, nos fusionamos con el mundo exterior o nos cerramos en nosotros mismos. Si entendemos a los demás o al exterior como una amenaza, la parte de nuestro cuerpo más sensible y más vulnerable será la parte relacionada directamente con el problema subyacente. Tendremos tendencia a desarrollar dermatitis, acné, psoriasis, eccemas, etc.

Es cierto que en ocasiones puede ser más sencillo tomar un antidepresivo que nos ayude a sobrellevar una situación que nos desagrada, que se aleja de nuestras expectativas de vida, lejos de lo que realmente necesitamos, pero el error de no enfrentarnos a nuestra Verdad conlleva en sí mismo su precio; eso nos dificulta el que podamos encontrar nuestro lugar en la vida, y el síntoma saldrá por otro lado.

Por eso profundizar en el estudio de la somatización de emociones, adentrarnos en su conocimiento, nos puede aportar esas claves que nos ayuden a descifrar las preguntas que surgen en el camino y encontrar las soluciones que necesitamos.


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martes, 19 de enero de 2016

¿PARA QUÉ SIRVE LA NEUROPSICOLOGÍA?

Hoy os dejamos un vídeo muy interesante del neuropsicólogo Aarón del Olmo dónde nos explica de manera gráfica y  divertida  para qué sirve la Neuropsicología.

Esperamos que lo disfrutéis.



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viernes, 8 de enero de 2016

Cómo educar en inteligencia emocional a los más pequeños.

Pautas y consejos para ayudar a nuestros hijos a desarrollar su inteligencia emocional.

Aprender a controlar, gestionar y utilizar nuestras emociones es algo fundamental para afrontar eficientemente los problemas y situaciones que vivimos a lo largo de nuestra vida. De hecho, muchos de los problemas que presentan los niños y adolescentes se deben a las dificultades que presentan tanto en reconocer y gestionar sus propias emociones, como en identificar y empatizar con las emociones de los demás. Así, podemos encontrar a niños con baja tolerancia a la frustración, niños que no respetan a sus iguales o a sus mayores, y, en definitiva, infinitud de problemas de conducta o interpersonales. Por todo ello, los psicólogos infanto-juveniles manifiestan la importante necesidad de fomentar la inteligencia emocional en nuestros hijos desde edades muy tempranas.



Para conseguir dicho propósito podemos centrarnos en los aspectos más claves de este desarrollo emocional:


Controlar el enfado:

A partir de los 6 meses los niños empiezan a desarrollar la rabia, por lo que se debe saber canalizar sus reacciones y corregirles cualquier mala conducta.Hay bebés que golpean a sus padres o hermanos, gritandesmesuradamente cuando no consiguen algo… lo cual puede incluso parecer gracioso al ser tan pequeños. Peroes fundamental establecer límites desde el principio, extinguiendo sus rabietas y enseñándoles a canalizar sus emociones encontrando vías adecuadas para expresarse.

Enseñar a identificar las emociones:

A partir de los dos años se debe enseñar a los niños en el reconocimiento de las emociones más básicas: alegría, tristeza, ira y miedo, aunque normalmente no es hasta los 5 años cuando aprender a nombrarlas. Para enseñarles a identificarlas se les pueden enseñar imágenes que representen estas emociones y se les pregunta qué le ocurre al personaje de la foto, si está triste o contento, etc. Lo importante es que el niño vaya aprendiendo a asociar determinados aspectos en el rostro o la situación que le indiquen que tipo de emoción siente. Este es el primer paso para desarrollar la empatía.

Fomentar la expresión de emociones:

Se les debe enseñar a que expresen con palabras todo aquello que les ocurra, en especial cuando realicen conductas negativas como una rabieta. Así trataremos de hacerles ver que si hubieran expresado eso que les molestaba antes de gritar o pegar podríamos haber arreglado la situación y evitado el castigo.

Es de vital importancia que sepamos escuchar, siendo muy pacientes al esperar en silencio hasta que acabe de hablar, pero además demostrarles que la escucha ha sido activa, respondiéndoles a lo que han manifestado y hacerles sentir comprendidos. Debemos enseñarles a que aprendan a dialogar, y a que siempre opten por expresarse antes que reprimirse.

Fomentar la empatía:

Cuando alcanzan niveles posteriores de madurez se debe comenzar a desarrollar su empatía haciéndoles razonar ante cuestiones como “¿Crees que el hermano estará triste después de que hayas roto su juguete?”, “¿Cómo crees que se sentirá tu abuela cuando le has dicho eso?”


Conforme van haciéndose mayores aparecerán en su día a día más demandas emocionales. Por ello es de vital importancia que ya desde pequeños les hayamos inculcado la necesidad de reconocer sus emociones y las ajenas, expresarse, dialogar, etc., aspectos fundamentales para su madurez que les permitirán desenvolverse adecuadamente en todos los contextos de su vida.


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miércoles, 30 de diciembre de 2015

OFERTA DE EMPLEO DE LOGOPEDA

Con la ampliación en nuestro centro de la oferta de Logopedia,  necesitamos incorporar un profesional diplomado o grado en logopedia, colegiado en COLOAN, para trabajar en este campo con pacientes tanto adultos como niños.  



El centro está especializado en neuropsicología por lo que se valorará experiencia en este campo.  Sería preferible  persona autónoma . Se pagaría por porcentaje.

Preferible de la zona cercana al centro.  El horario seria martes y jueves según demanda.

Las personas interesadas pueden enviar su CV a nuestra dirección de correo info@neuropsicólogosensevilla.com.


Se dará respuestas a todas las candidaturas presentadas.

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miércoles, 23 de diciembre de 2015

PASAR MUCHAS HORAS VIENDO LA TELEVISIÓN SE ASOCIA A DETERIORO DE LAS CAPACIDADES INTELECTUALES EN PERSONAS JÓVENES

Un estudio realizado durante 25 años ha demostrado que el consumo de televisión y la escasa actividad física produce un deterioro cognitivo a largo plazo.  



En España el consumo de televisión es muy alto , mas de cuatro horas al día, incluido las personas jóvenes y niños.

Según los autores del estudio la poca actividad física unido al consumo de la televisión en persona jóvenes , viene asociado con una bajada del rendimiento cognitivo en la edad adulta.

Si quieres saber más sobre el artículo te dejamos el enlace:
http://elpais.com/elpais/2015/12/02/ciencia/1449050606_665110.html


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viernes, 20 de noviembre de 2015

Alteraciones en el sueño. Desarrollo normativo y problemas significativos.

Hoy vamos a hablar de los problemas a la hora de dormir que muchos niños presentan.


Cuando hablamos de dificultades con el sueño nos referimos a los problemas que tienen algunos niños para conciliar o para mantener el sueño, siendo esta dificultad clínicamente significativa, es decir, que influye negativamente en la vida diaria del niño.

Gracias al sueño nos recuperamos tanto a nivel físico como a nivel cognitivo. Además, durante el tiempo que estamos dormidos se instauran los aprendizajes que hemos adquirido a lo largo del día. Por ello, las consecuencias que pueden darse en un niño que tenga dificultades al dormir son: problemas de memoria y aprendizaje, comportamientos irascibles, dificultades de concentración o cambios de humor, entre otros. Pero además, una alteración en el sueño afecta no sólo al niño, sino a todo el entorno familiar, ya que puede verse alterado el patrón de sueño de todos los miembros de la familia.

En el recién nacido, el sueño está regulado por las necesidades fisiológicas, por lo que se despertará cuando tenga hambre o necesite cambiar su pañal. En torno a los dos o tres meses de vida, el sueño pasa a depender del ciclo día-noche, y poco a poco irá teniendo menos despertares nocturnos. Pero a nivel cerebral aún no tienen instaurados los patrones de sueño y vigilia. Será a los 6 meses cuando se produzca una diferenciación de los mismos y el sueño no dependerá tanto de variables fisiológicas, durmiendo más durante la noche y permaneciendo despierto durante el día. Alrededor de los 6 meses, poco a poco el sueño se va asemejando al del adulto.

Durante el desarrollo del niño puede haber etapas de cambios en las que se produzcan alteraciones en el sueño, por ejemplo el cambio de la cuna a la cama. Otro caso ocurre en torno al año de vida, pues experimentan un aumento en su actividad motora. Este hito evolutivo hace que la activación sea mayor y al niño le cueste más quedarse dormido.

Donde debemos centrar nuestra atención es en aquellos casos en que no se deba a un factor evolutivo, normal y transitorio. 


Los motivos que normalmente presentan los padres que vienen a consulta son:


  • Tarda mucho en quedarse dormido, y al no poder adquirir el sueño, llaman a sus padres o se levantan a buscarles.
  • Se despierta muchas veces en la noche. En todas las personas se dan microdespertares de los que no se es consciente, y tras los cuales se vuelven a dormir. Sin embargo, los niños con este problema se despiertan totalmente ante estos cambios y se desvelan en diferentes momentos de la noche.
  • Tiene miedo a quedarse solo en la habitación. Los niños con miedo a la oscuridad no quieren quedarse solos en su habitación a la hora de dormir, pero además esta conducta suele ocurrir en otras situaciones y no solo en el sueño. Estos niños piden al adulto que esté a su lado para sentirse seguros.
  • Tiene muchas pesadillas. En torno a los 3 años de edad, en la llamada edad de la imaginación, se da un aumento en la probabilidad de que el sujeto presente pesadillas o terrores nocturnos. 

Hablaremos de pesadillas cuando el niño se acuerde de la temática de las mismas al despertar y tengan lugar en las últimas horas del sueño. Sin embargo, hablaremos de terrores nocturnos, cuando el sujeto no recuerde lo que ha soñado, se despierte en mitad de la noche, en torno a las 2 ó 3 de la mañana con un estado de nerviosismo y sudores fríos. Con las pesadillas, como las recuerda, puede tener miedo de que pueda ocurrirle de verdad lo que ha soñado o temer soñar lo mismo, por lo que le costará retomar el sueño. También pueden presentar pesadillas si tienen un acontecimiento que le genere ansiedad, como por ejemplo un examen.

Es importante evaluar el problema para analizar cuáles son las causas o los factores que hacen que el problema se mantenga en el tiempo, para averiguar que pautas pueden seguirse a la hora de erradicar el problema, por lo que se recomienda consultar a un profesional cuando se detecte algún tipo de dificultad.


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SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA (SFC) Y ALTERACIONES NEUROCOGNITIVAS

¿SE PUEDE PRODUCIR DETERIORO COGNITIVO ASOCIADO AL SFC?


Según define el Dr Alegre Martín, coordinador de la unidad de SFC del Hospital Universitario Vall d'Hebrón. “el SFC es una entidad clínica de nueva descripción que se caracteriza por fatiga intensa de más de seis meses de evolución, que no se recupera con el descanso, que no es debida al ejercicio  y empeora con el reposo prolongado, acompañada además de síntomas de predominio muscular (dolor, debilidad e intolerancia al ejercicio físico) disfunción cognitiva (alteración de la concentración, memoria inmediata y de trabajo y discapacidad para integrar nueva información), que condicionan al paciente a una limitación funcional, tanto en las tareas de predominio físico como intelectual, llegando  a reducir en más de un 50 % el nivel de actividad diaria previa a una enfermedad.”



Dentro de las técnicas para detectar las alteraciones cognitivas en el SFC se encuentran las técnicas de neuroimagen como SPECT y las pruebas neuropsicológicas para evaluar atención (COT, SDMT, PASAT, d2) , Memoria (TAVEC,  Figura compleja de REY, Escala de memoria de Weschler),
Funciones ejecutivas ( torres de Londres, Tarjetas de Wisconsin, TMT B), y visopercepción (TRVB).

Podemos decir por tanto que los pacientes de SFC pueden padecer alteraciones cognitivas importantes que interfieren en su vida diaria aunque no hay muchos estudios sobre el tema.  La idea de que las alteraciones cognitivas están asociadas a la depresión en los pacientes de SFC han sido estudiadas en el artículo de Pilar Santamaría El rol de la depresión en el déficit cognitivo del paciente con síndrome de fatiga crónica. El objetivo era analizar el rol de la depresión en el déficit cognitivo del paciente con SFC.  Para ello evaluaron un total de 57 mujeres mediante test neuropsicológicos.  Los resultados demostraron que los déficits cognitivos no van asociados a la depresión.

Hoy en día desde los servicios de reumatología, se está comenzando a `plantear la necesidad de evaluar las alteraciones cognitivas de los pacientes con SFC, así como , plantear dentro del tratamiento la rehabilitación cognitiva.

Desde nuestro centro ISANEP Neuropsicología Y Psicoterapia ofrecemos a pacientes de SFC programas de rehabilitación  adaptadas  a los déficit cognitivos.

Fuente:  http://www.parcdesalutmar.cat/mar/SFC.pdf
http://www.elsevier.es/es-revista-medicina-clinica-2-articulo-el-rol-depresion-el-deficit-90000780

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