Mostrando entradas con la etiqueta Ansiedad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ansiedad. Mostrar todas las entradas

martes, 14 de febrero de 2017

Trastorno de ansiedad por separación

El miedo en la infancia a separarse de sus padres

Hay muchos niños que presentan un fuerte pánico a separarse de sus padres, estableciendo una absoluta dependencia de ellos. Compartimos hoy con vosotros este interesante artículo para conocer un poco más sobre el trastorno de ansiedad por separación.



Leer artículo completo


No dudes en compartir este artículo en tus redes sociales.

Cualquier duda sobre cómo te podemos ayudar no dudes en preguntarlo. Tienes un formulario en la página o pon un comentario en esta entrada.

miércoles, 20 de abril de 2016

¿Cuál es la mejor forma de tratar la ansiedad?

La mejor terapia para la ansiedad es aquella que sea integral


Es decir, que trabaje con tus 6 áreas principales como ser humano: emociones, mente, cuerpo, relaciones interpersonales, conducta y espiritualidad.


Esto es, porque al vivir con ansiedad, estas 6 áreas se ven afectadas en menor o mayor medida.



Tu sistema trabaja en conjunto. La mejor terapia es la que te reta a generar un cambio en tu estilo de vida o en tu estilo de pensamiento, es una terapia que te anima a reconectar con tus emociones, a conocerte a ti mismo y recuperar la confianza en ti.

Reconectar también con la valentía y fortaleza interior, y sobre todo, con la confianza de que estás a salvo y de que puedes vivir como quieres vivir.

¿Qué dicen los estudios?


Actualmente, está científicamente demostrado que integrar la terapia cognitivo conductual con mindfulness (meditación) es lo más eficaz que puedes hacer para tratar los trastornos de ansiedad.

Camino propuesto para recuperarte.

Se puede ser flexible, dependiendo de cada persona, pero a grandes rasgos:


1. Haz un alto

Primero que nada, necesitas darte un espacio para conectar contigo mismo y separarte un poco de tu rutina diaria.  Haz un alto y acepta que estás teniendo ansiedad.

2. Recupera tu equilibrio físico

Esto es, sana a tu cuerpo de la tensión y del cortisol acumulado dentro.  Mejora tu alimentación, compra vitamina B y y ácidos grasos (omega 3), y empieza a tomarlos ya. Pon orden en tu ciclo de sueño, haz ejercicios de relajación, date un masaje por lo menos una vez cada 3 semanas. Vital el ejercicio físico moderado pero regular. Practica Yoga, meditación…incorpóralo a tu rutina.

3. Conoce, desahoga y gestiona tus emociones.

La emoción acumulada dentro de tu cuerpo genera tensión y ansiedad. Identifica las emociones, su verdadero origen, y exteriorízalas todos los días, bien hablando con alguien, escribiéndolas, pintando, cantando, interpretando o con un saco de boxeo.

La coherencia cardiaca, enfatiza la relación entre corazón-emociones y cómo puedes entrenarte para que tu corazón entre en sintonía con los estados positivos de tu mente mediante biofeedback.

3. Mejora tus relaciones a través de una nueva forma de comunicación: Comunicación emocional/asertiva.


Esto tiene que ver con el desahogo de emociones. No necesariamente desahogarse implica montar una escena-drama en plan telenovela. Se trata de aprender a comunicar lo que quieres decir sin ofender al otro a la vez que haciéndote respetar.


  • A) Nombra a la persona y mírale a los ojos : Luis, Olga…
  • B) Empatiza: Entiendo que no te apetezca recoger después de comer…
  • C) El hecho en cuestión que te molesta de forma objetiva, sin juzgar: Pero cuando te sientas en el sofá y tengo que recoger sóla/o…
  • D)Emoción: nadie podrá discutirte cómo te sientes: Me siento frustrada/o, cansada/o, sobrecargada/o…
  • E) Expectativa, Necesidad: Necesito, agradecería que me recogiéramos juntos para acabar antes, o para descansar los dos en el sofá…


De esta forma tus relaciones serán mucho más pacíficas, cordiales y sinceras.

4. Identifica tus pensamientos negativos/mentirosos

La mente es la principal causa de tu ansiedad, la manera en la que interpretas la realidad, y te crees lo que piensas.  Así que empieza que a desmentir los pensamientos que no son verdad, básate en los hechos más que en tus pensamientos, y descubre las creencias que te están aprisionando. Si ciertas creencias negativas se corresponden con la realidad, escribe qué podrías hacer para cambiarlo o mejorarlo. Después, HAZLO.

5. Recupera la confianza en ti mismo y enfrenta tus miedos

Haz una lista de tus miedos y cada semana realiza pequeños experimentos para afrontarlos, apuntando el resultado y en qué te ha beneficiado.

6. Vuelve a disfrutar

¿Cuánto tiempo hace que no dedicas tiempo a eso que antes te hacía tan feliz? Bailar, ir al cine, arreglarte, leer una novela, ver monólogos (Sí , la risa es mano de santo)… Aunque no te apetezca si cada semana te das una dosis de esas actividades placenteras, ya se encargará tu cerebro de liberar la sensación agradable.

7.  Sé libre

Para ser libre, va a ser fundamental que seas responsable de ti mismo, que te hagas cargo de ti, que te olvides por un momento de salvar /agradar a los demás, y salvarte a ti. Acepta que es momento de madurar y organiza tu tiempo y objetivos. Tener organización y planificación, te libera. Necesita vivir con propósito.

Durante el camino de tu recuperación, también te recomiendo que reconectes con tu espiritualidad y con tu autenticidad. Cree en tí, en un sueño, en un Dios, o en el Universo. Crea un sentido.

Como ves, hay varios frentes que atacar, lo más importante en la recuperación es el compromiso contigo mismo , la voluntad para salir de la zona  confort y tomar tu bienestar como un trabajo a la vez que oportunidad para crecer. ¡Ánimo!


No dudes en compartir este artículo en tus redes sociales.

Cualquier duda sobre cómo te podemos ayudar desde Isanep Gabinete de Psicología General Sanitaria  no dudes en preguntarlo. Tienes un formulario en la página o pon un comentario en esta entrada.

lunes, 1 de junio de 2015

¿Ansiedad?

Quién no ha oído hablar de alguien que ha sufrido ansiedad, o quién no la ha experimentado en primera persona.


Es la causa principal de demanda de asistencia psicológica y médica. En ocasiones se denomina ansiedad a un estado de nerviosismo, pero el concepto engloba mucho más que eso.



La ansiedad es una respuesta innata cuyo fin es la supervivencia. Cuando nos encontramos ante un peligro, ésta se dispara , haciendo que reaccionemos de la forma más eficaz. Por tanto, la ansiedad es beneficiosa, ya que nos ayuda a enfrentarnos a situaciones difíciles.

No obstante, puede ocurrir que nos traicione, como en situaciones que no suponen ningún riesgo pero la persona las evalúa y siente como amenazantes (subir a un ascensor) o cuando ante una situación concreta debe actuar de manera especial (un examen).

Entre los trastornos de ansiedad se encuentran las fobias, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de pánico, la agorafobia, el trastorno por estrés postraumático, el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social, etc. 


El miedo escénico es una forma de ansiedad social, que se manifiesta frente a grupos y ante la inminencia de tener que expresarse en público o por efecto de imaginar dicha acción. En el caso del trastorno de ansiedad generalizada, la ansiedad patológica se vive como una sensación difusa de angustia o miedo y deseo de huir, sin que quien lo sufre pueda identificar claramente el peligro o la causa de este sentimiento.

Se considera trastorno cuando el problema se ha instaurado en la vida de la persona desde hace tiempo y ésta ve su vida limitada por culpa del problema.

Cuando la ansiedad se convierte en patológica, provoca malestar significativo, con síntomas que afectan tanto al plano físico como al conductual y psicológico, entre los que cabe destacar:


  • Físicos: sudoración, sequedad de boca, mareo, inestabilidad, temblores, tensión muscular, cefaleas, parestesias, palpitaciones, taquicardias, dolor en el pecho, náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, micción frecuente, problemas de la esfera sexual…
  • Psicológicos y de conducta: Aprensión, preocupación, sensación de agobio, miedo a perder el control, a volverse loco o sensación de muerte inminente…Dificultad de concentración, sensación de pérdida de memoria. Inquietud, irritabilidad, desasosiego. También, conductas de evitación de determinadas situaciones. Inhibición o bloqueo psicomotor. Por último, obsesiones o compulsiones.


Para el superarla, los tratamientos han de atacar diversos frentes. Los más comunes han sido las técnicas derivadas de la terapia cognitivo-conductual, que se focaliza en analizar , contrastar los pensamientos, muchas veces distorsionados, y reemplazarlos por otros más funcionales y adaptativos, combinado con el entrenamiento del paciente a través de técnicas de relajación, hoy en día muy de moda,  el mindfulness ( consciencia plena en el estado actual y un “dejar fluir “ las emociones y las sensaciones corporales, muy en consonancia con la meditación).

Otro tratamiento muy común cuando la ansiedad es fuerte, es la medicación. Esto supone muchas veces un tema de controversia puesto que el abuso de estos fármacos o su “toma a la ligera” puede ocasionar mayores problemas (dependencia del fármaco) si se dejan de lado otros aspectos esenciales.

La medicación sólo debería ser recomendable en casos muy graves cuando el nivel de ansiedad es tan elevado que impide el trabajo de pensamientos, físico y de conducta.Se ha demostrado que el ejercicio físico y el establecimiento de una rutina, con horarios establecidos, favorece notablemente la disminución de ansiedad.

 Dependiendo de la raíz del problema también se pueden tratar las causas o los motivos por los que puede surgir la ansiedad, a veces muy relacionada con estilos de apego en la infancia, o algún acontecimiento traumático vivido.

Además, se enseña a la persona a reaccionar de manera distinta y con herramientas nuevas para romper el ciclo de ansiedad en el que se halla inmerso/a. ( recurso muy utilizado en la terapia breve estratégica).

La ansiedad limita considerablemente y puede incluso ir de mano de la depresión, afectando terriblemente a quien la padece, pero gracias a la variedad de técnicas existentes y su adaptación a cada persona y problema, se puede superar.


No dudes en compartir este artículo en tus redes sociales.

Cualquier duda sobre cómo te puedemos ayudar desde ISANEP no dudes en preguntarlo. Tienes un formulario en la página o pon un comentario en esta entrada.