viernes, 8 de enero de 2016

Cómo educar en inteligencia emocional a los más pequeños.

Pautas y consejos para ayudar a nuestros hijos a desarrollar su inteligencia emocional.

Aprender a controlar, gestionar y utilizar nuestras emociones es algo fundamental para afrontar eficientemente los problemas y situaciones que vivimos a lo largo de nuestra vida. De hecho, muchos de los problemas que presentan los niños y adolescentes se deben a las dificultades que presentan tanto en reconocer y gestionar sus propias emociones, como en identificar y empatizar con las emociones de los demás. Así, podemos encontrar a niños con baja tolerancia a la frustración, niños que no respetan a sus iguales o a sus mayores, y, en definitiva, infinitud de problemas de conducta o interpersonales. Por todo ello, los psicólogos infanto-juveniles manifiestan la importante necesidad de fomentar la inteligencia emocional en nuestros hijos desde edades muy tempranas.



Para conseguir dicho propósito podemos centrarnos en los aspectos más claves de este desarrollo emocional:


Controlar el enfado:

A partir de los 6 meses los niños empiezan a desarrollar la rabia, por lo que se debe saber canalizar sus reacciones y corregirles cualquier mala conducta.Hay bebés que golpean a sus padres o hermanos, gritandesmesuradamente cuando no consiguen algo… lo cual puede incluso parecer gracioso al ser tan pequeños. Peroes fundamental establecer límites desde el principio, extinguiendo sus rabietas y enseñándoles a canalizar sus emociones encontrando vías adecuadas para expresarse.

Enseñar a identificar las emociones:

A partir de los dos años se debe enseñar a los niños en el reconocimiento de las emociones más básicas: alegría, tristeza, ira y miedo, aunque normalmente no es hasta los 5 años cuando aprender a nombrarlas. Para enseñarles a identificarlas se les pueden enseñar imágenes que representen estas emociones y se les pregunta qué le ocurre al personaje de la foto, si está triste o contento, etc. Lo importante es que el niño vaya aprendiendo a asociar determinados aspectos en el rostro o la situación que le indiquen que tipo de emoción siente. Este es el primer paso para desarrollar la empatía.

Fomentar la expresión de emociones:

Se les debe enseñar a que expresen con palabras todo aquello que les ocurra, en especial cuando realicen conductas negativas como una rabieta. Así trataremos de hacerles ver que si hubieran expresado eso que les molestaba antes de gritar o pegar podríamos haber arreglado la situación y evitado el castigo.

Es de vital importancia que sepamos escuchar, siendo muy pacientes al esperar en silencio hasta que acabe de hablar, pero además demostrarles que la escucha ha sido activa, respondiéndoles a lo que han manifestado y hacerles sentir comprendidos. Debemos enseñarles a que aprendan a dialogar, y a que siempre opten por expresarse antes que reprimirse.

Fomentar la empatía:

Cuando alcanzan niveles posteriores de madurez se debe comenzar a desarrollar su empatía haciéndoles razonar ante cuestiones como “¿Crees que el hermano estará triste después de que hayas roto su juguete?”, “¿Cómo crees que se sentirá tu abuela cuando le has dicho eso?”


Conforme van haciéndose mayores aparecerán en su día a día más demandas emocionales. Por ello es de vital importancia que ya desde pequeños les hayamos inculcado la necesidad de reconocer sus emociones y las ajenas, expresarse, dialogar, etc., aspectos fundamentales para su madurez que les permitirán desenvolverse adecuadamente en todos los contextos de su vida.


No dudes en compartir este artículo en tus redes sociales.

Cualquier duda sobre cómo te podemos ayudar no dudes en preguntarlo. Tienes un formulario en la página o pon un comentario en esta entrada.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

OFERTA DE EMPLEO DE LOGOPEDA

Con la ampliación en nuestro centro de la oferta de Logopedia,  necesitamos incorporar un profesional diplomado o grado en logopedia, colegiado en COLOAN, para trabajar en este campo con pacientes tanto adultos como niños.  



El centro está especializado en neuropsicología por lo que se valorará experiencia en este campo.  Sería preferible  persona autónoma . Se pagaría por porcentaje.

Preferible de la zona cercana al centro.  El horario seria martes y jueves según demanda.

Las personas interesadas pueden enviar su CV a nuestra dirección de correo info@neuropsicólogosensevilla.com.


Se dará respuestas a todas las candidaturas presentadas.

No dudes en compartir este artículo en tus redes sociales.


miércoles, 23 de diciembre de 2015

PASAR MUCHAS HORAS VIENDO LA TELEVISIÓN SE ASOCIA A DETERIORO DE LAS CAPACIDADES INTELECTUALES EN PERSONAS JÓVENES

Un estudio realizado durante 25 años ha demostrado que el consumo de televisión y la escasa actividad física produce un deterioro cognitivo a largo plazo.  



En España el consumo de televisión es muy alto , mas de cuatro horas al día, incluido las personas jóvenes y niños.

Según los autores del estudio la poca actividad física unido al consumo de la televisión en persona jóvenes , viene asociado con una bajada del rendimiento cognitivo en la edad adulta.

Si quieres saber más sobre el artículo te dejamos el enlace:
http://elpais.com/elpais/2015/12/02/ciencia/1449050606_665110.html


No dudes en compartir este artículo en tus redes sociales.

Cualquier pregunta no dudes en preguntarlo. Tienes un formulario en la página o pon un comentario en esta entrada.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Alteraciones en el sueño. Desarrollo normativo y problemas significativos.

Hoy vamos a hablar de los problemas a la hora de dormir que muchos niños presentan.


Cuando hablamos de dificultades con el sueño nos referimos a los problemas que tienen algunos niños para conciliar o para mantener el sueño, siendo esta dificultad clínicamente significativa, es decir, que influye negativamente en la vida diaria del niño.

Gracias al sueño nos recuperamos tanto a nivel físico como a nivel cognitivo. Además, durante el tiempo que estamos dormidos se instauran los aprendizajes que hemos adquirido a lo largo del día. Por ello, las consecuencias que pueden darse en un niño que tenga dificultades al dormir son: problemas de memoria y aprendizaje, comportamientos irascibles, dificultades de concentración o cambios de humor, entre otros. Pero además, una alteración en el sueño afecta no sólo al niño, sino a todo el entorno familiar, ya que puede verse alterado el patrón de sueño de todos los miembros de la familia.

En el recién nacido, el sueño está regulado por las necesidades fisiológicas, por lo que se despertará cuando tenga hambre o necesite cambiar su pañal. En torno a los dos o tres meses de vida, el sueño pasa a depender del ciclo día-noche, y poco a poco irá teniendo menos despertares nocturnos. Pero a nivel cerebral aún no tienen instaurados los patrones de sueño y vigilia. Será a los 6 meses cuando se produzca una diferenciación de los mismos y el sueño no dependerá tanto de variables fisiológicas, durmiendo más durante la noche y permaneciendo despierto durante el día. Alrededor de los 6 meses, poco a poco el sueño se va asemejando al del adulto.

Durante el desarrollo del niño puede haber etapas de cambios en las que se produzcan alteraciones en el sueño, por ejemplo el cambio de la cuna a la cama. Otro caso ocurre en torno al año de vida, pues experimentan un aumento en su actividad motora. Este hito evolutivo hace que la activación sea mayor y al niño le cueste más quedarse dormido.

Donde debemos centrar nuestra atención es en aquellos casos en que no se deba a un factor evolutivo, normal y transitorio. 


Los motivos que normalmente presentan los padres que vienen a consulta son:


  • Tarda mucho en quedarse dormido, y al no poder adquirir el sueño, llaman a sus padres o se levantan a buscarles.
  • Se despierta muchas veces en la noche. En todas las personas se dan microdespertares de los que no se es consciente, y tras los cuales se vuelven a dormir. Sin embargo, los niños con este problema se despiertan totalmente ante estos cambios y se desvelan en diferentes momentos de la noche.
  • Tiene miedo a quedarse solo en la habitación. Los niños con miedo a la oscuridad no quieren quedarse solos en su habitación a la hora de dormir, pero además esta conducta suele ocurrir en otras situaciones y no solo en el sueño. Estos niños piden al adulto que esté a su lado para sentirse seguros.
  • Tiene muchas pesadillas. En torno a los 3 años de edad, en la llamada edad de la imaginación, se da un aumento en la probabilidad de que el sujeto presente pesadillas o terrores nocturnos. 

Hablaremos de pesadillas cuando el niño se acuerde de la temática de las mismas al despertar y tengan lugar en las últimas horas del sueño. Sin embargo, hablaremos de terrores nocturnos, cuando el sujeto no recuerde lo que ha soñado, se despierte en mitad de la noche, en torno a las 2 ó 3 de la mañana con un estado de nerviosismo y sudores fríos. Con las pesadillas, como las recuerda, puede tener miedo de que pueda ocurrirle de verdad lo que ha soñado o temer soñar lo mismo, por lo que le costará retomar el sueño. También pueden presentar pesadillas si tienen un acontecimiento que le genere ansiedad, como por ejemplo un examen.

Es importante evaluar el problema para analizar cuáles son las causas o los factores que hacen que el problema se mantenga en el tiempo, para averiguar que pautas pueden seguirse a la hora de erradicar el problema, por lo que se recomienda consultar a un profesional cuando se detecte algún tipo de dificultad.


No dudes en compartir este artículo en tus redes sociales.

Cualquier duda sobre cómo te podemos ayudar desde ISANEP y nuestro departamento de psicología infantil. Tienes un formulario en la página o pon un comentario en esta entrada.

SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA (SFC) Y ALTERACIONES NEUROCOGNITIVAS

¿SE PUEDE PRODUCIR DETERIORO COGNITIVO ASOCIADO AL SFC?


Según define el Dr Alegre Martín, coordinador de la unidad de SFC del Hospital Universitario Vall d'Hebrón. “el SFC es una entidad clínica de nueva descripción que se caracteriza por fatiga intensa de más de seis meses de evolución, que no se recupera con el descanso, que no es debida al ejercicio  y empeora con el reposo prolongado, acompañada además de síntomas de predominio muscular (dolor, debilidad e intolerancia al ejercicio físico) disfunción cognitiva (alteración de la concentración, memoria inmediata y de trabajo y discapacidad para integrar nueva información), que condicionan al paciente a una limitación funcional, tanto en las tareas de predominio físico como intelectual, llegando  a reducir en más de un 50 % el nivel de actividad diaria previa a una enfermedad.”



Dentro de las técnicas para detectar las alteraciones cognitivas en el SFC se encuentran las técnicas de neuroimagen como SPECT y las pruebas neuropsicológicas para evaluar atención (COT, SDMT, PASAT, d2) , Memoria (TAVEC,  Figura compleja de REY, Escala de memoria de Weschler),
Funciones ejecutivas ( torres de Londres, Tarjetas de Wisconsin, TMT B), y visopercepción (TRVB).

Podemos decir por tanto que los pacientes de SFC pueden padecer alteraciones cognitivas importantes que interfieren en su vida diaria aunque no hay muchos estudios sobre el tema.  La idea de que las alteraciones cognitivas están asociadas a la depresión en los pacientes de SFC han sido estudiadas en el artículo de Pilar Santamaría El rol de la depresión en el déficit cognitivo del paciente con síndrome de fatiga crónica. El objetivo era analizar el rol de la depresión en el déficit cognitivo del paciente con SFC.  Para ello evaluaron un total de 57 mujeres mediante test neuropsicológicos.  Los resultados demostraron que los déficits cognitivos no van asociados a la depresión.

Hoy en día desde los servicios de reumatología, se está comenzando a `plantear la necesidad de evaluar las alteraciones cognitivas de los pacientes con SFC, así como , plantear dentro del tratamiento la rehabilitación cognitiva.

Desde nuestro centro ISANEP Neuropsicología Y Psicoterapia ofrecemos a pacientes de SFC programas de rehabilitación  adaptadas  a los déficit cognitivos.

Fuente:  http://www.parcdesalutmar.cat/mar/SFC.pdf
http://www.elsevier.es/es-revista-medicina-clinica-2-articulo-el-rol-depresion-el-deficit-90000780

No dudes en compartir este artículo en tus redes sociales.

Cualquier duda sobre cómo te puede ayudar un neuropsicólogo o sobre la neuropsicogía no dudes en preguntarlo. Tienes un formulario en la página o pon un comentario en esta entrada.

El Efecto Lucifer y Experimento de Milgram.

¿Por qué los buenos se vuelven malos? ¿Somos malos o buenos?


No vivimos tiempo fáciles... Todos tenemos el corazón roto ante tanta matanza y barbarie. Nos preguntamos una y otra vez : ¿Por qué? ¿Por qué el ser humano llega a tales extremos
como matar , torturar, exterminar sin remordimiento alguno? ¿Es que son psicópatas que han nacido sin capacidad de empatía? ¿No tienen corazón? Y la cuestión es que la historia se repite , tropezamos de nuevo con la misma piedra.

El psicólogo Philip Zimbardo realizó un estudio en 1971 que descorrió un velo sobre nuestra naturaleza. Convocó a estudiantes universitarios para una investigación psicológica denominada el

Experimento de la Prisión de Stanford. Los voluntarios fueron analizados para comprobar su
estabilidad psicológica, física y emocional y todos ellos eran jóvenes normales de la clase media.

Los estudiantes fueron asignados como prisioneros o guardias al azar y confinados en una prisión montada en el subsuelo de la Universidad de Stanford. El proyecto , planeado para durar dos semanas, fue cancelado a los 6 días por haberse vuelto demasiado real para los participantes. Los
prisioneros se volvieron sumisos y depresivos y los guardias se volvieron sádicos y abusadores. La notable transformación se dio en menos de una semana.

Philip Zimbardo desarrolla una investigación penetrante sobre cómo casi cualquier persona, bajo la influencia apropiada, puede abandonar su moral y colaborar en la violencia y la opresión. Sea por acción directa o inacción,

La gran mayoría sucumbe ante su lado oscuro cuando se da un ambiente influyente que consideran legítimo.



Este experimento está muy relacionado con el llamado Experimento de Milgram y la sumisión a la autoridad. Llevado a cabo en los años 60, donde un voluntario debía aplicar descargas eléctricas en intensidad creciente a otra persona (a un actor cómplice del experimento), que fingía fallar en una
prueba de memoria. El voluntario no podía ver al actor o supuesta víctima pero podía oírla. Todo ello bajo la dirección de un psicólogo que daba instrucciones al voluntario para que siguiera y que decía
hacerse cargo de la responsabilidad de cualquier consecuencia.

V:Investigador
L: Voluntario-participante
S: Sujeto-Actor que simula recibir las descargas.

Antes de dicho experimento se realizó una encuesta donde se preguntaba a psiquiatras y psicólogos qué porcentaje de la población pensaban que llegaría hasta el final (450 voltios). Éstos concluyeron que tan sólo un 1%-2% de la población , es decir sádicos-psicópatas . El resultado fue espeluznante. Hasta un 65% de la gente “normal” que participó llegó hasta el final (450 voltios). Teniendo en cuenta que a medida se aumentaban los voltios, el “actor” iba quejándose, aullando de dolor y agonía hasta que dejaba de responder.

Estos experimentos pueden explicar en gran medida acontecimientos nefastos como las guerras mundiales, el holocausto, o atentados terroristas.

Donde un gran número de personas deshumaniza al otro y se convierte en un peón más del ajedrez.
Zimbardo destaca que los males del mundo son responsabilidad de todos.

Todos podemos ser crueles, tanto como podemos ser nobles.


Esto alberga su semilla en las relaciones del día a día, cuando discutimos con nuestra pareja, nuestra familia y no vemos más allá del odio y rencor.

Ahí empezamos a deshumanizar, al sentirnos atacados. Las grandes guerras empiezan por pequeñas guerras como éstas. Por ello es imprescindible dar énfasis a la educación emocional, la comunicación
asertiva, empatía y la gestión de la ansiedad, del miedo…

De esta manera, cultivando un espíritu crítico y un bienestar emocional desde la infancia seremos capaces de resaltar el heroísmo de cada uno, defender la propia moralidad y ética (humanizar) frente a la presióninfluencia externa.

Información tomada de www.neoteo.com y wikipedia.

No dudes en compartir este artículo en tus redes sociales.

Cualquier duda sobre cómo te puedemos ayudar no dudes en preguntarlo. Tienes un formulario en la página o pon un comentario en esta entrada.

sábado, 31 de octubre de 2015

Lo niños y el desorden:

Cómo enseñar a los niños a ser ordenados.


Todos los niños disfrutan jugando y sacando uno a uno todos sus juguetes. Pero parece que en el momento en que termina el juego ninguno recuerda que el siguiente paso es recoger. Y aquí comienza para muchos padres el suplicio de obligar a estos pequeños a ordenar su habitación, armándose de paciencia, repitiendo una y otra vez las mismas indicaciones, o incluso acabando por recoger ellos mismos parte de las cosas.


¿Por qué los niños son desordenados?

Sencillamente porque es aburrido. No les gusta ordenar porque significa que ha acabado el juego, y encima toca la pesada tarea de recoger.

Además, desordenar, ver las cosas donde no deben estar, alterar los objetos... no es más que otra forma de experimentar con el entorno, y esto es algo que les atrae mucho, sobre todo en torno a los dos años y medio.

También debemos saber que desafiando las reglas establecidas es como el niño va a aprender qué cosas son importantes, cuáles son las normas, qué actos no acarrean unas consecuencias negativas... 
Por tanto, el desorden es desafiar una norma más, y a través de éste averiguará qué consecuencias tiene. Si los adultos no somos inflexibles a la hora de enseñarles a ordenar como una más de sus responsabilidades, probablemente no llegue a aprender la importancia que tiene.


¿Qué beneficios se obtienen del orden?

  • Sobre todo cuando son pequeños, favorece su orientación y les ayuda a reconocer mejor los distintos espacios de la casa: dónde se juega, dónde se come…  
  • Tener la casa limpia y ordenada evita problemas como accidentes, enfermedades (ácaros…), pérdidas de objetos y demás.
  • Educar a un niño a ordenar las cosas le supone un beneficio incalculable para que en el futuro sea una persona ordenada a nivel material, a nivel social, a nivel sentimental, a nivel intelectual, a nivel laboral…

Por tanto, aunque a veces cunda la desesperación, nunca debemos darlo por perdido. Hay que tener paciencia y ser perseverantes ante el desorden de los niños. Si observamos que al principio no avanzan en este objetivo, no debemos desistir. Poco a poco y con tiempo, iremos obteniendo logros. 

¿Cómo enseñarles?

Como con tantas otras cosas, la única manera de que una persona sea organizada es creando el hábito desde pequeño, y como tal hábito, se inculca a través de la repetición.

PAUTAS Y CONSEJOS

  • Lo mejor es predicar con el ejemplo. Los niños tienen a imitar a sus padres, sobre todo los primeros años de vida, cuando precisamente mejor se puede adquirir este hábito.
  • Cuando son pequeños, es muy adecuado ayudarles, ponernos a recoger con él y enseñarle cuándo se debe recoger, cómo ordenar y dónde guardar cada cosa.
  • Inculcarles, además del orden físico, un orden en el tiempo, creando rutinas: primero merendar, después jugar, después recoger y después cenar. Esto les ayuda a predecir lo que toca a continuación, y a habituarse.
  • Si es muy pequeño y no sabe cómo recoger, habrá que ponérselo sencillo, comprad una cesta grade o caja o similar donde pueda ir echando los juguetes, no pretendáis que guarde un juego en su caja perfectamente colocado. Cada cosa a su edad y acorde a su nivel de madurez.
  • El momento de recoger no tiene que ser un castigo ni un suplicio, se puede convertir en algo divertido para la familia, haciendo juegos mientras se recoge o cantando canciones.
  • Cuando son más mayores, muchas veces cometemos el fallo de limitarnos a decirle que recoja, pero no nos detenemos a explicarles cómo queremos que recoja, ni le especificamos como tiene que hacerlo. A veces les cuesta ser conscientes de que el recogido superficial que han hecho ellos no es suficiente, que siguen quedando cosas por en medio, o que han guardado las cosas pero no en el lugar que corresponde. En estos casos debemos dar órdenes más precisas: recoge también los cables de la play, estos juguetes guárdalos en el baúl pero aquellos colócalos en las estanterías…
  • Hay que ser realistas en función de su edad, no se puede exigir que sin ayuda u orientaciones recojan como recogería un adulto.
  • Conviene ser convincentes y rígidos al pedir orden. No es algo dramático, es algo necesario. Hay que ordenar porque toca ordenar, no es una opción, igual que hay que lavarse los dientes después de comer o ducharse.
  • Ante una negativa (o dos, o tres, o cuatro...), no hay que rendirse. Nunca debes ordenar tú lo que le has mandado a él, o un día ordenar él y otro recogerlo tú.
  • Un buen truco es poner la tarea de recoger justo antes de otra tarea que le guste. Así, cuanto más tarde en recoger, más tardará en hacer lo que le gusta, e incluso menos tiempo tendrá para hacer eso que le motiva. Cuando no tenga después una actividad que le guste, podemos nosotros mismos proponerle algo que sepamos que le gusta, pero no planteárselo como una recompensa, sino como cosas independientes: “luego podemos ir a pasear al parque, ¿te apetece?, bueno pues ordena la habitación y en cuanto acabes nos vamos”.
  • Elogiar y recompensar cuando ordenen (no necesariamente con cosas materiales, el refuerzo más poderoso es la atención), sobre todo cuando salga de ellos mismos sin que hayamos tenido que decirles nada.
  • Conviene, a medida que se hacen mayores, tratar de darles un razonamiento al por qué ordenar: ahorrar espacio, vivir organizadamente, cuidar las cosas, ahorrar tiempo buscándolas, el desorden afecta a todos los que convivimos juntos… También debemos inculcarles el ser ordenados no sólo en sus juguetes, sino en todos los ámbitos de su vida.

La educación ni es sencilla ni es rápida. No podemos agobiarlos buscando resultados inmediatos ni estar constantemente regañándoles para que ordenen. Es un proceso lento que irán aprendiendo gradualmente. Es conveniente ser realistas y no exigir un cambio radical en un periodo corto de tiempo.

Pero nunca debemos desistir, el enseñar a recoger ayuda a establecer límites, rutinas y normas que no solo ayuda a los niños, sino que influye en toda la dinámica familiar.

No dudes en compartir este artículo en tus redes sociales.

Cualquier duda sobre cómo te podemos ayudar no dudes en preguntarlo. Tienes un formulario en la página o pon un comentario en esta entrada. Departamento de Psicología Infantil de ISANEP.