jueves, 19 de febrero de 2015

Conociendo el Síndrome de Asperger

Hoy es el Día Internacional del Síndrome de Asperger, un trastorno muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1.000 nacidos), pero poco conocido.


Por este motivo queremos que conozcáis un poco más sobre el Síndrome de Asperger, para comprender mejor los problemas a los que se enfrentan diariamente estas personas.




Este trastorno severo del desarrollo se encuadrada dentro de los TEA (Trastornos del espectro del autismo), y conlleva una alteración neurobiológicamente determinada en el procesamiento de la información. Se diferencia del autismo clásico por las competencias intelectuales y lingüísticas: las personas afectadas tienen una inteligencia normal o incluso superior a la media, y no hay un retraso significativo en el desarrollo del lenguaje. Sin embargo, como veremos a continuación, en el lenguaje del Síndrome de Asperger encontramos múltiples dificultades.

Aunque en cada persona se manifiesta de forma diferente, podemos decir que este síndrome se caracteriza por una serie de dificultades en la comunicación (verbal y no verbal) y en la interacción social, así como por mostrar intereses restringidos y estereotipados:

Dificultades en el área de comunicación y lenguaje:


Sobre todo en los aspectos pragmáticos del leguaje, es decir, en la regulación social, pues en cuanto a la forma suelen presentar un lenguaje demasiado correcto o incluso pedante con un vocabulario muy rico. El problema lo tienen a la hora de adaptar este lenguaje al contexto social en el que se encuentran, y por ejemplo, le hablan de la misma manera a un compañero de clase, a un profesor o a sus padres. También presentan problemas en el lenguaje metafórico. Los dobles sentidos, ironías, frases hechas, refranes, etc. escapan en general a su comprensión. Presentan alteraciones en la entonación, que suele no acompañar a la carga emocional del contenido del mensaje, y en el volumen, a la hora de controlarlo y adaptarlo adecuadamente al contexto. En cuanto a la comunicación, tienen dificultades en las habilidades conversacionales en general: les cuesta trabajo iniciarlas, mantenerlas y terminarlas de manera adecuada, encontrar temas adecuados sobre los que hablar (suelen girar en torno a su tema de interés al que vuelven de manera obsesiva) así como tener en cuenta la información del interlocutor.


Dificultades en las relaciones sociales y la reciprocidad:

Nuestro mundo de relaciones sociales está ordenado por normas y convenciones sutiles, implícitas, llenas de excepciones y condicionantes según el contexto. La mayoría de estas normas las aprendemos por ensayo y error, y utilizamos de manera automática nuestra capacidad de imaginar cómo puede pensar, sentir u opinar la otra persona. Así conseguimos ir regulando nuestro comportamiento con otras personas. Las personas con Síndrome de Asperger tienen importantes dificultades en esta capacidad de imaginar los pensamientos, sentimientos y opiniones de otras personas, presentan un pensamiento literal y rígido, por lo que les resulta muy complicado extraer ideas que no se muestren de manera explícita. Y nuestro mundo social, la mayoría de las veces, es de todo menos claro y explícito. Por todo ello, se mueven en un mundo social donde las normas y reglas les son desconocidas. Normalmente las terminan aprendiendo y empleando pero de manera mecánica y rígida, como quien aplica una receta. Para ellos es un mundo impredecible en el que se sienten vulnerables e inseguros. Es falsa la creencia de que en general rechazan el contacto y las relaciones con otras personas. Igual que todas las personas tienen la necesidad de relacionarse y pertenecer a un grupo de iguales, pero carecen de las habilidades para ello. Muchos se esfuerzan por ser sociales y acercarse a las personas, pero terminan haciéndolo con torpeza. No saben interpretar las señales no verbales de lo que es adecuado o lo que se espera de ellos, por lo que pueden terminar comportándose de manera antisocial. Es mucho el estrés y la demanda social a la que están sometidos. Las dificultades de comprensión social, hace que vivan continuas situaciones de malentendidos y “meteduras de pata” que a menudo ni siquiera entienden. No es de extrañar que en ocasiones terminen por preferir estar solos y aislarse.


El síndrome de Asperger es un trastorno de la relación social, lo que supone una discapacidad para entender el mundo de lo social, afectando la integración en el mundo de las relaciones interpersonales y la adaptación a las demandas múltiples de la sociedad. Es esto lo que genera los comportamientos sociales inadecuados que proporcionan, tanto a ellos como a sus familiares, problemas en muchos ámbitos.


Inflexibilidad mental y comportamental:

Tienen dificultades para generar alternativas diferentes de manera espontánea. Por esta razón las rutinas y ambientes predecibles y estructurados les dan seguridad y tranquilidad, y se muestran poco flexibles ante los cambios. Suelen tener poca imaginación y creatividad en cuanto a los juegos, y prefieren los juegos mecánicos. Terminan desarrollando el juego simbólico aunque más tarde. Cuando han entendido el funcionamiento de un juego o tarea se vuelven rutinarios y repetitivos, queriendo jugar siempre del mismo modo y aplicando las reglas con inflexibilidad. Suelen tener un tema de interés inusual en su contenido o intensidad. Les gusta coleccionar elementos o información sobre este tema de interés del que pueden convertirse en verdaderos expertos.

Presentan un estilo cognitivo particular de abordar la información y procesarla, lo que genera esos rasgos de inflexibilidad cognitiva y comportamental (y por tanto dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación), dificultades para la abstracción de conceptos, coherencia central débil (procesan mejor los detalles que el conjunto), interpretación literal del lenguaje y alteraciones en los patrones de comunicación no-verbal.

En general, muestran un perfil de competencias no homogéneo, pudiendo destacar en algunos aspectos (memoria, capacidad de observación, razonamiento perceptivo, datos, habilidades especiales en áreas restringidas...) y presentando carencias en otras áreas (comprensión social, reconocimiento de emociones en ellos mismos y en los otros, empatía, movimientos atípicos…).

Además, en la mayoría de los casos existen dificultades en la coordinación motora, tanto gruesa como fina. Esta se manifiesta en rutinas de precisión como la escritura, trabajos manuales, aprendizaje de instrumentos musicales, abrocharse botones, cremalleras o hacerse el nudo de los zapatos. Y en cuanto a la gruesa, observamos una torpeza motriz generalizada, una costosa coordinación general, formas peculiares para andar o correr y pocas habilidades deportivas en general.

Para terminar, y a modo de sintetizar la información, os exponemos algunas claves de comprensión relacionadas con los aspectos sociales en los que estos niños suelen mostrar tantas dificultades.


CLAVES DE COMPRENSIÓN EN LAS RELACIONES SOCIALES EN EL ASPERGER:


Participar y hacer amigos

  • Suelen desear la amistad de los demás pero no saben cómo hacer amigos.
  • Puede ser muy difícil para algunos entender las claves que invitan a la interacción social.
  • Tienen grandes dificultades para saber cuándo intervenir en las conversaciones. Es posible que no reconozcan las pausas y las señales sutiles que les invitan a participar. Al igual que tienen dificultad en entender y saber cómo mantener los turnos.
  • Puede que les falten destrezas para comentar o para seguir los comentarios de sus interlocutores.
  • Las personas con síndrome de Asperger pueden obsesionarse tanto con un tema o pensamiento determinado que no pueden resistirse a compartirlo. Es probable que la persona con este síndrome hable sin parar a su interlocutor sobre temas extraños y con excesivo detalle.
  • Algunos se sitúan demasiado cerca de su interlocutor, utilizan señales no verbales de forma equivocada y a destiempo y hablan en un tono de voz muy monótono.
  • Puede que les cueste dar con el nivel de familiaridad correcto. A veces son excesivamente formales o, por el contrario, tratan a un completo desconocido como si fuera un amigo íntimo.

Integrarse en los grupos

  • Se suelen sentir perdidos o confundidos cuando tienen tiempo libre. El recreo y la hora de comer pueden ser especialmente estresantes debido a la informalidad y al bajo nivel de estructuración que conllevan estas situaciones. Esto puede conducirles al aislamiento.
  • Puede que intenten controlar la interacción siguiendo rutinas muy rígidas o temas de conversación específicos.
  • El trabajo en situaciones de grupo menos organizadas o tener que sentarse junto a un grupo grande de niños pueden ser experiencias muy difíciles y que comportan una gran ansiedad para algunos de los niños con síndrome de Asperger.


Entender a los demás

  • Cuando hablamos con alguien contamos con una serie de señales no verbales para hacer llegar nuestros mensajes, como son la expresión facial, el lenguaje corporal o el contacto visual. Las personas con este síndrome tienen problemas para entender estas señales, lo que hace más probable que no entiendan o que malinterpreten el mensaje.
  • Para algunos resulta muy difícil “ponerse en el lugar” de otras personas. Puede que no perciban lo que otra persona está pensando o sintiendo o que no entiendan que alguien quiera únicamente gastar una broma.
  • Tienen mucha dificultad a la hora de comprender los “dobles significados” que constituyen una parte esencial del humor.


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