viernes, 20 de noviembre de 2015

Alteraciones en el sueño. Desarrollo normativo y problemas significativos.

Hoy vamos a hablar de los problemas a la hora de dormir que muchos niños presentan.


Cuando hablamos de dificultades con el sueño nos referimos a los problemas que tienen algunos niños para conciliar o para mantener el sueño, siendo esta dificultad clínicamente significativa, es decir, que influye negativamente en la vida diaria del niño.

Gracias al sueño nos recuperamos tanto a nivel físico como a nivel cognitivo. Además, durante el tiempo que estamos dormidos se instauran los aprendizajes que hemos adquirido a lo largo del día. Por ello, las consecuencias que pueden darse en un niño que tenga dificultades al dormir son: problemas de memoria y aprendizaje, comportamientos irascibles, dificultades de concentración o cambios de humor, entre otros. Pero además, una alteración en el sueño afecta no sólo al niño, sino a todo el entorno familiar, ya que puede verse alterado el patrón de sueño de todos los miembros de la familia.

En el recién nacido, el sueño está regulado por las necesidades fisiológicas, por lo que se despertará cuando tenga hambre o necesite cambiar su pañal. En torno a los dos o tres meses de vida, el sueño pasa a depender del ciclo día-noche, y poco a poco irá teniendo menos despertares nocturnos. Pero a nivel cerebral aún no tienen instaurados los patrones de sueño y vigilia. Será a los 6 meses cuando se produzca una diferenciación de los mismos y el sueño no dependerá tanto de variables fisiológicas, durmiendo más durante la noche y permaneciendo despierto durante el día. Alrededor de los 6 meses, poco a poco el sueño se va asemejando al del adulto.

Durante el desarrollo del niño puede haber etapas de cambios en las que se produzcan alteraciones en el sueño, por ejemplo el cambio de la cuna a la cama. Otro caso ocurre en torno al año de vida, pues experimentan un aumento en su actividad motora. Este hito evolutivo hace que la activación sea mayor y al niño le cueste más quedarse dormido.

Donde debemos centrar nuestra atención es en aquellos casos en que no se deba a un factor evolutivo, normal y transitorio. 


Los motivos que normalmente presentan los padres que vienen a consulta son:


  • Tarda mucho en quedarse dormido, y al no poder adquirir el sueño, llaman a sus padres o se levantan a buscarles.
  • Se despierta muchas veces en la noche. En todas las personas se dan microdespertares de los que no se es consciente, y tras los cuales se vuelven a dormir. Sin embargo, los niños con este problema se despiertan totalmente ante estos cambios y se desvelan en diferentes momentos de la noche.
  • Tiene miedo a quedarse solo en la habitación. Los niños con miedo a la oscuridad no quieren quedarse solos en su habitación a la hora de dormir, pero además esta conducta suele ocurrir en otras situaciones y no solo en el sueño. Estos niños piden al adulto que esté a su lado para sentirse seguros.
  • Tiene muchas pesadillas. En torno a los 3 años de edad, en la llamada edad de la imaginación, se da un aumento en la probabilidad de que el sujeto presente pesadillas o terrores nocturnos. 

Hablaremos de pesadillas cuando el niño se acuerde de la temática de las mismas al despertar y tengan lugar en las últimas horas del sueño. Sin embargo, hablaremos de terrores nocturnos, cuando el sujeto no recuerde lo que ha soñado, se despierte en mitad de la noche, en torno a las 2 ó 3 de la mañana con un estado de nerviosismo y sudores fríos. Con las pesadillas, como las recuerda, puede tener miedo de que pueda ocurrirle de verdad lo que ha soñado o temer soñar lo mismo, por lo que le costará retomar el sueño. También pueden presentar pesadillas si tienen un acontecimiento que le genere ansiedad, como por ejemplo un examen.

Es importante evaluar el problema para analizar cuáles son las causas o los factores que hacen que el problema se mantenga en el tiempo, para averiguar que pautas pueden seguirse a la hora de erradicar el problema, por lo que se recomienda consultar a un profesional cuando se detecte algún tipo de dificultad.


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SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA (SFC) Y ALTERACIONES NEUROCOGNITIVAS

¿SE PUEDE PRODUCIR DETERIORO COGNITIVO ASOCIADO AL SFC?


Según define el Dr Alegre Martín, coordinador de la unidad de SFC del Hospital Universitario Vall d'Hebrón. “el SFC es una entidad clínica de nueva descripción que se caracteriza por fatiga intensa de más de seis meses de evolución, que no se recupera con el descanso, que no es debida al ejercicio  y empeora con el reposo prolongado, acompañada además de síntomas de predominio muscular (dolor, debilidad e intolerancia al ejercicio físico) disfunción cognitiva (alteración de la concentración, memoria inmediata y de trabajo y discapacidad para integrar nueva información), que condicionan al paciente a una limitación funcional, tanto en las tareas de predominio físico como intelectual, llegando  a reducir en más de un 50 % el nivel de actividad diaria previa a una enfermedad.”



Dentro de las técnicas para detectar las alteraciones cognitivas en el SFC se encuentran las técnicas de neuroimagen como SPECT y las pruebas neuropsicológicas para evaluar atención (COT, SDMT, PASAT, d2) , Memoria (TAVEC,  Figura compleja de REY, Escala de memoria de Weschler),
Funciones ejecutivas ( torres de Londres, Tarjetas de Wisconsin, TMT B), y visopercepción (TRVB).

Podemos decir por tanto que los pacientes de SFC pueden padecer alteraciones cognitivas importantes que interfieren en su vida diaria aunque no hay muchos estudios sobre el tema.  La idea de que las alteraciones cognitivas están asociadas a la depresión en los pacientes de SFC han sido estudiadas en el artículo de Pilar Santamaría El rol de la depresión en el déficit cognitivo del paciente con síndrome de fatiga crónica. El objetivo era analizar el rol de la depresión en el déficit cognitivo del paciente con SFC.  Para ello evaluaron un total de 57 mujeres mediante test neuropsicológicos.  Los resultados demostraron que los déficits cognitivos no van asociados a la depresión.

Hoy en día desde los servicios de reumatología, se está comenzando a `plantear la necesidad de evaluar las alteraciones cognitivas de los pacientes con SFC, así como , plantear dentro del tratamiento la rehabilitación cognitiva.

Desde nuestro centro ISANEP Neuropsicología Y Psicoterapia ofrecemos a pacientes de SFC programas de rehabilitación  adaptadas  a los déficit cognitivos.

Fuente:  http://www.parcdesalutmar.cat/mar/SFC.pdf
http://www.elsevier.es/es-revista-medicina-clinica-2-articulo-el-rol-depresion-el-deficit-90000780

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El Efecto Lucifer y Experimento de Milgram.

¿Por qué los buenos se vuelven malos? ¿Somos malos o buenos?


No vivimos tiempo fáciles... Todos tenemos el corazón roto ante tanta matanza y barbarie. Nos preguntamos una y otra vez : ¿Por qué? ¿Por qué el ser humano llega a tales extremos
como matar , torturar, exterminar sin remordimiento alguno? ¿Es que son psicópatas que han nacido sin capacidad de empatía? ¿No tienen corazón? Y la cuestión es que la historia se repite , tropezamos de nuevo con la misma piedra.

El psicólogo Philip Zimbardo realizó un estudio en 1971 que descorrió un velo sobre nuestra naturaleza. Convocó a estudiantes universitarios para una investigación psicológica denominada el

Experimento de la Prisión de Stanford. Los voluntarios fueron analizados para comprobar su
estabilidad psicológica, física y emocional y todos ellos eran jóvenes normales de la clase media.

Los estudiantes fueron asignados como prisioneros o guardias al azar y confinados en una prisión montada en el subsuelo de la Universidad de Stanford. El proyecto , planeado para durar dos semanas, fue cancelado a los 6 días por haberse vuelto demasiado real para los participantes. Los
prisioneros se volvieron sumisos y depresivos y los guardias se volvieron sádicos y abusadores. La notable transformación se dio en menos de una semana.

Philip Zimbardo desarrolla una investigación penetrante sobre cómo casi cualquier persona, bajo la influencia apropiada, puede abandonar su moral y colaborar en la violencia y la opresión. Sea por acción directa o inacción,

La gran mayoría sucumbe ante su lado oscuro cuando se da un ambiente influyente que consideran legítimo.



Este experimento está muy relacionado con el llamado Experimento de Milgram y la sumisión a la autoridad. Llevado a cabo en los años 60, donde un voluntario debía aplicar descargas eléctricas en intensidad creciente a otra persona (a un actor cómplice del experimento), que fingía fallar en una
prueba de memoria. El voluntario no podía ver al actor o supuesta víctima pero podía oírla. Todo ello bajo la dirección de un psicólogo que daba instrucciones al voluntario para que siguiera y que decía
hacerse cargo de la responsabilidad de cualquier consecuencia.

V:Investigador
L: Voluntario-participante
S: Sujeto-Actor que simula recibir las descargas.

Antes de dicho experimento se realizó una encuesta donde se preguntaba a psiquiatras y psicólogos qué porcentaje de la población pensaban que llegaría hasta el final (450 voltios). Éstos concluyeron que tan sólo un 1%-2% de la población , es decir sádicos-psicópatas . El resultado fue espeluznante. Hasta un 65% de la gente “normal” que participó llegó hasta el final (450 voltios). Teniendo en cuenta que a medida se aumentaban los voltios, el “actor” iba quejándose, aullando de dolor y agonía hasta que dejaba de responder.

Estos experimentos pueden explicar en gran medida acontecimientos nefastos como las guerras mundiales, el holocausto, o atentados terroristas.

Donde un gran número de personas deshumaniza al otro y se convierte en un peón más del ajedrez.
Zimbardo destaca que los males del mundo son responsabilidad de todos.

Todos podemos ser crueles, tanto como podemos ser nobles.


Esto alberga su semilla en las relaciones del día a día, cuando discutimos con nuestra pareja, nuestra familia y no vemos más allá del odio y rencor.

Ahí empezamos a deshumanizar, al sentirnos atacados. Las grandes guerras empiezan por pequeñas guerras como éstas. Por ello es imprescindible dar énfasis a la educación emocional, la comunicación
asertiva, empatía y la gestión de la ansiedad, del miedo…

De esta manera, cultivando un espíritu crítico y un bienestar emocional desde la infancia seremos capaces de resaltar el heroísmo de cada uno, defender la propia moralidad y ética (humanizar) frente a la presióninfluencia externa.

Información tomada de www.neoteo.com y wikipedia.

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