jueves, 7 de agosto de 2014

Conductas del niño con TGD -Trastorno General del desarrollo-

¿Qué conductas sociales muestra un niño con Trastorno General del desarrollo (TGD) en la etapa infantil?

Hacia la edad de 4 años puede aparecer una recuperación del desarrollo social del niño si se sigue un tratamiento psicopedagógico adecuado. Se pueden relacionar mejor, buscan más a sus padres y comparten experiencias juntos. Asimismo consiguen mostrar menos resistencia al cambio y un mayor conocimiento de los peligros. De todas formas, siguen existiendo conductas de retraimiento social, rigidez e independencia, sobre todo hacia personas desconocidas.

.- Las personas con trastorno de Asperger muestran más interés por sus iguales a la vez que manifiestan deseos de tener amigos.
.- No muestran iniciativa en sus relaciones sociales, no tienden a saludar, invitar al juego o expresar sus deseos.
.- Les cuesta comprender las reglas sociales, o mirar a los ojos cuando hablan con alguien.
.- Mantienen un pensamiento inflexible, actuando de una manera determinada y poco adaptada a los cambios

Para favorecer su desarrollo emocional podemos seguir los siguientes consejos:


  1. Manifestarles confianza, que vean de forma clara lo que saben hacer
  2. Ser sinceros con ellos y darle explicaciones, como, por ejemplo cuando ocurre algún cambio anticipárselo
  3. Comprender sus temores, aunque parezcan injustificados, observando cómo se comporta y en qué circunstancias
  4. Enseñarles a decir lo que le gusta y lo que le desagrada mediante gestos o palabras.
  5. Darles tiempo y ser pacientes con ellos.

Para que el pequeño pueda colaborar mejor en sus relaciones con otros y se puedan adaptar poco a poco a situaciones nuevas conviene:
  1. Informarle del comportamiento que se espera de él y las ventajas que se obtendrá si lo pone en práctica.
  2. Enseñarle explícitamente comportamientos adecuados como por ejemplo, las normas sociales en el día a día, enseñándole a saludar etc
  3. Motivarle siempre antes que obligarle, ya se apara comer, vestirse o recoger los juguetes
  4. Aprovechar cualquier oportunidad para ensayar y generalizar lo aprendido a otros ambientes distintos
  5. Animarle a pedir ayuda en los momentos en los que necesite otras personas, sin llegar a resolverle la situación que puede hacer por sí mismo.
  6. No hay que sobreprotegerle, debe tener las mismas oportunidades para probar, aunque se equivoque, que cualquier otro niño

En la etapa de Educación Infantil los profesores también pueden ayudar a potenciar las relaciones sociales de los alumnos diagnosticados con TGD a través de su actuación en el aula por medio de habilidades como las siguientes:

  1. Proporcionarles feedback, o lo que es lo mismo devolverle información sobre lo que el niño hace, poniendo nombre a sus acciones, para que los demás alumnos puedan interactuar socialmente con él y darse cuenta de sus emociones
  2. Favorecer el contacto directo de tipo personal con sus compañeros por medio de juegos de turnos o colaboración
  3. Priorizar en aprendizaje que se puede obtener de las relaciones personales sobre el rendimiento académico. De esta manera , si aprende a prestar juguetes y compartir algunas actividades, tolerará mejor los conflictos con otros niños y en definitiva, mejorará su relación social.
  4. Ver los conflictos interpersonales ( enfados, disputas) como una oportunidad para el desarrollo y conocimiento emocional de sus alumnos haciendo incapié en la importancia de compartir y respetarse.
  5. Aprovechar situaciones ordinarias para modelar las emociones de los alumnos, como por ejemplo, hacer explícito cuando alguien está triste, contento o enfadado



Bibliografia: Niños con autismo y TGD, P Cuadrado y S. Valiente. Ed Síntesis

No dudes en compartir este artículo en tus redes sociales.

Cualquier duda sobre cómo te puede ayudar un neuropsicólogo o sobre la neuropsicogía no dudes en preguntarlo. Tienes un formulario en la página o pon un comentario en esta entrada.

lunes, 4 de agosto de 2014

¿QUÉ ES EL SÍNDROME FETAL ALCOHÓLICO?

CONSECUENCIAS DEL CONSUMO DE ALCOHOL EN LAS MADRES GESTANTES

                                                                 
Se denomina Síndrome Fetal Alcohólico (SAF) al conjunto de alteraciones físicas y cognitivas que afectan a los hijos de madres con ingesta abusiva de etanol durante el embarazo. La gravedad del SAF dependerá del nivel de consumo de la madre gestante.

Mujer embarazada consumiendo alcohol


La placenta actúa como barrera frente a las sustancias tóxicas pero las toxinas liposolubles contenidas en el alcohol etílico  pueden atravesar esa barrera produciendo unos efectos devastadores sobre el feto.

Las consecuencias que se producen en el desarrollo del feto con la ingesta continuada de alcohol son numerosas.  La principal a nivel neuropsicológico es la deficiencia mental en el niño.  El retraso mental se debe al hipocrecimiento del encéfalo, sobre todo en áreas hipocámpicas y en el cerebelo.  También produce trastornos psicomotores.

El consumo en exceso durante el embarazo puede hacer que el etanol atraviese la barrera hetoencefálica en el feto produciendo hipoxia fetal , lo que trae como consecuencia que la sangre esté mal oxigenada produciendo malformaciones y lesiones del encéfalo.

En los aspectos más graves del SAF se producen los siguientes síntomas.


  • Aspecto facial característico con cabeza y ojos pequeños, extremado desarrollo del maxilar, labio superior muy delgado, ausencia de espacio entre nariz y boca y barbilla estrecha.
  • Baja estatura y peso al nacer
  • Retraso del crecimiento
  • Microcefalia
  • Afectación de estructuras cerebrales como el cerebelo y el hipocampo
  • Dificultades de aprendizaje
  • Trastornos de conducta:  irritabilidad, agresividad y nerviosismo
  • Trastornos psicomotores con bajo tono muscular
  • Anomalías cardiacas

En el caso de que el SAF se presente en el primer trimestre de embarazo, se producirán malformaciones del sistema nervioso. Si la madre empieza a consumir alcohol en el segundo trimestre aumentará el riesgo de aborto espontáneo. Si se produce en el tercer trimestre se habla de SAF leve o moderado, dándose en este caso alteraciones neuropsicológicas sutiles, tales como, trastornos de atención, retraso intelectual ligero, etc
Al llegar  a la edad escolar los niños con SAF siguen teniendo problemas de aprendizaje y alteraciones de conducta; hiperactividad, agresividad y nerviosismo. También son frecuentes las dificultades en las matemáticas y los déficit de memoria.

Bibliografía:  Neuropsicología Infantil,  JA Portellano. Ed. Sintesis

No dudes en compartir este artículo en tus redes sociales.

Cualquier duda sobre cómo te puede ayudar un neuropsicólogo o sobre la neuropsicogía no dudes en preguntarlo. Tienes un formulario en la página o pon un comentario en esta entrada.