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domingo, 3 de abril de 2016

Conocer e identificar el Autismo

Señales de alerta para la sospecha de Autismo


Hoy, Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, queremos formar parte de este propósito y difundir desde ISANEP un poco más de información sobre este trastorno generalizado del desarrollo.



Es un trastorno neurobiológico que se manifiesta desde los primeros años de vida afectando a diversas áreas del desarrollo: la comunicación y el lenguaje, la interacción social (no interactúa con otros, le cuesta expresar sus emociones y entender a los demás…) y los comportamientos, intereses y actividades, que tienden a ser restringidos, repetitivos y estereotipados.

Como cualquier otro trastorno, la detección temprana es esencial para una intervención exitosa, por lo que conocer los signos de alerta pueden ayudarte a acudir a un profesional desde el primer momento en que se sospecha que exista un problema. No obstante, presentar uno o varios de los siguientes rasgos que vamos a exponer no tiene por qué significar nada. En caso de duda siempre puede consultarse al profesional.


SEÑALES DE ALERTA:



DE 0 A 18 MESES:

Aspectos socio-afectivos
·         Cuando le vamos a coger en brazos no se anticipa ni estira los brazos hacia nosotros, y cuando le cogemos, sentimos que no se acopla bien a nuestro cuerpo.
·         A partir de los 3 meses suele aparecer la sonrisa social, pero vemos que se demora o no aparece. Puede incluso no mostrar alegría cuando jugamos con él o parecer indiferente ante nuestra presencia y ante nuestra ausencia.
·         No muestra conductas de afecto hacia los padres.
·         No manifiesta atención a las personas que se le acercan, ni comparte la atención realizando algo conjuntamente con alguien.
·         No presenta contacto visual.
·         Tiende a jugar solo.

Comunicación
·         No suele pedir cosas que le interesen, ni señalarlas con el dedo.
·         No suele mostrar emociones.
·         Llora desconsoladamente, de forma inesperada, exagerada o injustificada, muy difícil de interpretar. 
·         Retraso o ausencia de gorjeo y balbuceo, presentando dificultad en imitar sonidos y gestos.
·         Tiende a no responder a su nombre, parece que no nos oye, lo que nos puede hacer sospechar de una dificultad auditiva.

Conducta, actitudes, sueño y juego
·         Es muy poco flexible, no le gustan nada los cambios y se frustra exageradamente ante ellos.
·         Presenta alteraciones en el sueño: le cuesta dormirse y se despierta rápido. También puede permanecer despierto en la cuna sin hacer ruido ni reclamar atención.
·         Parece indiferente a algunos sonidos.
·         Juega de una forma peculiar, jugando durante horas de forma repetitiva, apilándolos, poniéndolos en fila... además le cuesta compartir su juego con otro.
·         No aparece la imitación de conductas como saludar, sacar la lengua o señalar con el dedo.


DE 18 A 36 MESES:

Aspectos socio-afectivos
·         No participa en interacciones sociales sencillas como decir hola o adiós.
·         No comparte intereses ni acciones.
·         No busca a los padres, ni para consolarse o pedir ayuda.
·         Evita la mirada del otro y el contacto físico.
·         Prefiere estar solo, incluso mirando fijamente al vacío.

Comunicación
·         Tiene un lenguaje verbal muy básico, o presentando algunas alteraciones. Incluso puede presentar mutismo.
·         No responde preguntas simples.
·         No comprende órdenes o prohibiciones.
·         No mira aquello que le señalan.

Conducta, actitudes, sueño y juego
·         No reacciona a la presencia de otros
·         Rechazo a cualquier cambio en sus rutinas
·         Le gustan sonidos peculiares: la lavadora, el secador, la aspiradora…
·         Le atraen las luces.
·         Se irritan o frustran sin motivo aparente, siendo difícil calmarlo.
·         Realiza movimientos extraños como balanceos, aleteos…
·         Intereses restringidos e inflexibles.
·         No juega con otros, ni comparte la atención.
·         Sus juegos son repetitivos, y no realiza juego simbólico.
·         Dificultad para imitar.



Conocer todas estas señales contribuye a la detección precoz, la cual es fundamental para ayudarles.A pesar de que el autismo no tiene cura, con una intervención adecuada es posible mejorar considerablemente muchas de las conductas y facilitar que desarrollen un nivel de comunicación adecuado. Para ello la labor del psicólogo infantil es fundamental, por lo que no dudes en contar con la ayuda de un profesional ante cualquier dificultad.

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